Cuenta el día a día de un gimnasio regentando por un peculiar emprendedor al que asiste una clientela tan "especial" como su dueño. En este extravagante gym, habitan seres de distintos pelajes: pícaros, malhumorados, inocentes, ruines, soñadores... Todos ellos se encuentran e interactuan en las diferentes salas del gimnasio, el espacio que reúne los ánimos de sus clientes y sus empleados. Tony (Iván Massagué), es el dueño del negocio, un pícaro del siglo XXI que resume con esta máxima su estrategia de empresa: todo improvisación y nada de gastos.