Los padres de Henry están perdidos en África, por lo que debe vivir con su codicioso y desalmado tío Augustus. En las grietas de la casa viven las amables criaturas parecidas a los elfos, los 'Littles'. August esclaviza a Henry y quiere derribar su casa para construir un centro comercial. El abuelo Little cuida de Tom y Lucy, los hijos de los Little. Tom se hace amigo de un gato feroz al quitarle una astilla de su pata. Después de una serie de aventuras, los Littles y Henry obtienen evidencia del complot de Augustus para robar la casa de Henry. Augustus es arrestado, la casa se salva y todo acaba bien.