El tramposo Alvaro (Vicente Fernández) y su cómplice Mariana (Maribel Guardia) engañan al poderoso ranchero Lázaro (Mario Almada) quitándole una camioneta y un valioso caballo al que pintan de negro para despistar y lo nombran Satanás. Un veterinario delata el escondite de los estafadores y Lázaro llega hasta ellos recuperando su caballo, luego lo expone a muerte a una corrida de toros y Alvaro se humilla ante el para salvar a Satanás pues le había tomado mucho cariño.