La sargento Sara Campos tiene que hacer un enorme esfuerzo para no perder el pulso de la investigación. Cuando nadie confía en ella, logra dar con una pista que les acercará más que nunca a Lucía. Mientras tanto, Ana empieza a salir de su caparazón gracias a la cercanía de Quim, el hermano de Lucía. Parece que está perdiendo el miedo. ¿Podrá dar por fin algún dato definitivo? Además, un hallazgo de los agentes de la Guardia Civil hará que Ana mire hacia sus años de cautiverio como nunca lo había hecho. Los hechos son cada vez más evidentes: el secuestrador se esconde entre los vecinos de Monteperdido.